Cómo dejar de procastinar
Por la mañana, planificabas el día para leer, caminar, hacer ejercicio y revisar los materiales escolares, pero por la noche te encontrabas navegando sin pensar en tus redes sociales. Lo más probable es que te encuentres ante un fenómeno que los psicólogos llaman «procrastinación», es decir, posponer para mañana. Te contamos por qué surge el deseo de procrastinar, cómo superarlo y hacer realidad todo lo que has planeado siendo más productivo.
Tabla de Contenidos
- ¿Qué es la procrastinación?
- ¿Por qué dejamos las cosas para más tarde?
- Procrastinación constante: motivos y método de lucha
- Procrastinación situacional: causas y método de lucha
- Ocho pasos para superar la procrastinación
- 1. Admitir el problema
- 2. Determinar si es una sola vez o ocurre regularmente.
- 3. Comprenda qué sucederá si el trabajo no se realiza en absoluto
- 4. Da pequeños pasos
- 5. Establece una recompensa por completar cada etapa.
- 6. No te centres en la calidad, sino en el tiempo
- 7. Empieza con algo más sencillo o más divertido.
- 8. Elimina todas las distracciones
¿Qué es la procrastinación?
La procrastinación es una condición en la que no puede comenzar a completar tareas importantes hasta que se acerca la fecha límite para un examen o proyecto. Pero si hablamos de un objetivo a largo plazo y no hay un “plazo límite”, se corre el riesgo de no empezar nunca.
¿Por qué es perjudicial la procrastinación?
- El asunto se pospone hasta el último momento.
- La calidad del trabajo realizado se deteriora.
- Al no hacerlo o llegar tarde, puedes perder oportunidades y decepcionar a otras personas.
- Te sientes culpable o avergonzado.
Los dos tipos principales de procrastinación son posponer las cosas y evitar decisiones. En el primer caso, tienes una tarea, pero pospones su realización una y otra vez y no puedes empezar. En el segundo caso, por ejemplo, hay que decidir adónde ir: parece que hay tiempo y pospones la elección para más tarde. Al mismo tiempo, los problemas se acumulan y afrontarlos se vuelve cada vez más difícil. Como resultado, resulta que no está preparado para el examen o la admisión.
CONSEJO DEL PSICÓLOGO
La procrastinación siempre va acompañada de un sentimiento de culpa o vergüenza por haber hecho algo malo, en el momento equivocado o mal. Como resultado, empezar a trabajar la próxima vez se vuelve aún más difícil. Al tratar de superar los sentimientos de culpa, gastamos energía que podría gastarse en actividades útiles o agradables y, al final, no hacemos nada. Finalmente, la culpa nos impide asumir la responsabilidad de los errores cometidos o de las consecuencias negativas. Empezamos a culpar de todo a las circunstancias y no corregimos nada.
¿Por qué dejamos las cosas para más tarde?
El caso es que hay diferentes zonas en el cerebro humano: la corteza antigua, que es responsable de las emociones y el comportamiento instintivo, y la neocorteza, que participa en la toma de decisiones basadas en la lógica y el conocimiento y en la planificación del futuro. El deseo de distraernos con placeres inmediatos es la influencia de nuestro «cerebro reptiliano». Vive en el presente y no sabe valorar las consecuencias negativas de tal comportamiento. Para avanzar hacia sus objetivos, necesita superar esta influencia y comenzar a gestionar conscientemente su vida.
CONSEJO DEL PSICÓLOGO
No es necesario ignorar el problema ni intentar superar la procrastinación mediante la fuerza de voluntad. Lo más probable es que no lo consigas. Tampoco debes regañarte ni culparte, esto no te ayudará a sobrellevarte. La opción más constructiva es encontrar las causas de esta afección y abordarlas.
Procrastinación constante: motivos y método de lucha
Falta de motivación
Sucede que una persona se encarga de hacer algo, aunque no lo necesita ni le interesa. Y accedió, por ejemplo, porque quería ser bueno ante los ojos de los demás. Surge un conflicto interno. Por un lado, queremos cumplir lo prometido y recibir la recompensa con la que contábamos: una buena actitud. Por otro lado, no queremos entrar en materia.
CONSEJO DEL PSICÓLOGO
Ante esta situación, es importante pensar qué tan importante es realmente para usted este beneficio y si es posible obtenerlo de alguna otra manera. Por ejemplo, piense en otra forma de construir una buena relación con una persona: ganarse su respeto haciendo lo que le gusta y quiere.
Incapacidad para recompensarse a sí mismo
Felicítese por cada paso que complete y descanse regularmente si tiene que realizar tareas largas y difíciles. De lo contrario, te cansarás y te resultará difícil hacer todo lo que planeaste. En lugar de hacer negocios, empezarás a jugar en la computadora o mirar televisión todo el día.
Perfeccionismo
La necesidad de hacerlo perfectamente o mejor que los demás te hace posponer el inicio del trabajo o lidiar con algunas nimiedades innecesarias. Por ejemplo, necesitas hacer una presentación y te quedas atascado en la etapa de elegir una plantilla porque ninguna parece perfecta. Pero incluso si un perfeccionista hace el trabajo, puede tener tanto miedo a las críticas que no las presentará.
CONSEJO DEL PSICÓLOGO
El perfeccionismo a menudo surge de sentimientos de culpa y vergüenza por haber hecho algo mal. Para afrontarlo, es necesario aprender a distinguirlos y comprender qué sentimiento es apropiado en una situación determinada y cuál no. Por ejemplo, estabas resolviendo un examen, cometiste un error y obtuviste una mala nota. Tomando el cuaderno y viendo el resultado, te sientes avergonzado y comienzas a regañarte y culparte. Pero esto de ninguna manera nos ayuda a corregir el error y evitar cometerlo la próxima vez. Es más constructivo entender que los errores son normales durante el aprendizaje, solucionarlos y seguir adelante.
Falta de confianza en uno mismo y miedo al fracaso.
En este caso, no podemos empezar porque dudamos de nosotros mismos , del éxito de toda la empresa, tenemos miedo de fracasar, de deshonrarnos ante los ojos de otras personas. El miedo al fracaso o al juicio de los demás hace que una y otra vez posterguemos la puesta en marcha de un negocio hasta que sea demasiado tarde.
CONSEJO DEL PSICÓLOGO
Al hacer las cosas en el último momento y mal, siempre podemos decir: “Es que no tuve suficiente tiempo, pero si tuviera suficiente, lo habría hecho perfectamente”, y liberarnos de la responsabilidad por lo malo. resultado.
Alta ansiedad o depresión.
Cuando la ansiedad aumenta, todas nuestras fuerzas se destinan a superarla y las cosas se posponen constantemente. Lo mismo ocurre con la depresión. Si el problema de posponer cosas y actividades necesarias se ha vuelto crónico, este es un motivo para acudir a un psicólogo o buscar ayuda de un médico.
Procrastinación situacional: causas y método de lucha
Protesta contra la presión
Por ejemplo, ibas a hacer un curso de programación, te interesaba, pero cuando tus padres empezaron a preguntar todos los días cómo iban las cosas, a controlar la realización de todas las tareas y a exigir informes, las ganas de aprender se evaporaron.
CONSEJO DEL PSICÓLOGO
Cuando nos sobreviene una presión externa, sentimos el deseo de resistirla. Cuando hacemos lo que otros exigen de nosotros, parece que perdemos nuestra integridad, queremos proteger nuestra independencia y defender nuestras fronteras. Entonces comenzamos a sabotear la implementación de esta tarea y a posponerla constantemente.
Carga demasiado alta
Si hemos fijado nuestro horario de tal forma que no nos hemos dejado tiempo para descansar, al cabo de un tiempo nos agotamos. Parece que queremos ponernos manos a la obra, pero lo posponemos constantemente porque nos quedamos sin energía.
CONSEJO DEL PSICÓLOGO
La procrastinación en este caso se convierte en una forma de descargarnos, pero su carácter insidioso es que cuando posponemos las cosas, no descansamos realmente. La fuerza que se necesitaría para completar la tarea comienza a gastarse en superar el sentimiento de culpa por la procrastinación.
Mala organización del trabajo
Si tenemos un lugar de trabajo inconveniente, no hay materiales adecuados, los dispositivos técnicos no funcionan bien, evitarás clases constantemente. Reequipar el espacio, eliminar problemas e inconvenientes y planificar las cosas utilizando técnicas de gestión del tiempo será de ayuda.
Ocho pasos para superar la procrastinación
1. Admitir el problema
No es necesario que se diga que el clima es el culpable, que su gato se interpuso en su camino u otras circunstancias se interpusieron en su camino. Admita que está posponiendo cosas importantes no por razones externas, sino internas.
2. Determinar si es una sola vez o ocurre regularmente.
Esto le facilitará encontrar el motivo.
3. Comprenda qué sucederá si el trabajo no se realiza en absoluto
Responda honestamente a la pregunta de cuáles serán las consecuencias si continúa postergando la tarea y no la completa. Quizás no suceda nada terrible y entonces no sea necesario realizarlo en absoluto. Si las consecuencias para tu vida y tu futuro son tangibles, ser consciente de este hecho te ayudará a encontrar la motivación para el cambio.
4. Da pequeños pasos
Es más fácil empezar a completar una tarea si la divides en varias subtareas pequeñas y no complejas . Por ejemplo, no puedes empezar a escribir un ensayo porque nunca antes has escrito un artículo de esta extensión y tienes miedo de no poder afrontarlo. Divida esta gran tarea en varias pequeñas: haga una lista de fuentes, seleccione material, estudie primero una fuente, luego otra, y así sucesivamente.
5. Establece una recompensa por completar cada etapa.
Pero recompénsate con exactamente lo que realmente quieres y te gusta. Un error común en este paso es escuchar consejos o hacer algo que la mayoría de la gente encuentre interesante y agradable. La elección de otra persona puede interferir.
6. No te centres en la calidad, sino en el tiempo
Esto ayudará a superar la procrastinación asociada con el perfeccionismo o la duda. No intentes hacerlo a la perfección, proponte la tarea de hacerlo a tiempo.
7. Empieza con algo más sencillo o más divertido.
Si no te gusta escribir la introducción de tu ensayo, comienza por la mitad. Si un tema te resulta difícil a la hora de prepararte para un examen, elige el que te resulte más fácil. Una vez que empieces a hacerlo te engancharás y pronto completarás la parte que te resulte más difícil y desagradable.
8. Elimina todas las distracciones
Si ya sabes que eres propenso a procrastinar, elimina todas las distracciones : cierra las pestañas innecesarias del navegador, apaga la música y el teléfono.