Qué es el Comercio Exterior
El origen del Comercio Exterior es muy antiguo. Todo empezó con el Imperio Romano, en el s. II, que se aseguró la libre circulación de mercancías, mediante el aumento de la seguridad, a lo largo del Océano Atlántico, y el establecimiento una moneda única con el fin de favorecer el comercio.
Pero el concepto de Comercio es mucho más arcaico, ya que desde los inicios de la humanidad siempre ha existido el intercambio de un producto por otro. En concreto, los orígenes del comercio se remontan a finales del Neolítico, cuando se descubrió la agricultura.
Comercio Exterior, orígenes, presente y futuro
Para entender mejor este campo y toda la logística que con ello conlleva, es esencial estudiar esos orígenes y seguir el camino hasta nuestro sistema de Comercio actual.
El concepto básico de Comercio, y que todos conocemos, es muy simple «Una reciprocidad en donde un vendedor y un comprador se intercambian bienes y servicios por un total económico (dinero) o por otros bienes y servicios (trueque)». Pero, hoy en día, existe un gran entramado con respecto al comercio, y más si se trata de comercio exterior.
Actualmente, el Comercio Exterior lo que difiere del Comercio Nacional son las aduanas (fronteras económicas), y el transporte internacional de las mercancías (hacer llegar las mercancías al comprador internacional).
Evidentemente, el Comercio tiene como objetivo la satisfacción de la demanda en las mejores condiciones de servicio, costo y calidad. Y dentro del Comercio entra la palabra Logística porque abarca toda la organización, desde la gestión de las materias primas hasta la entrega del producto solicitado.
A través del Máster en Logística, Transporte y Distribución Internacional podremos internarnos en todo el entramado que conlleva el Comercio Exterior.
El propósito implícito de la Logística es garantizar la entrega de la mercancía a tiempo, actuando sobre todo en el proceso productivo, desde la recepción de materias primas; de ahí su perspectiva multidimensional, que establece su ámbito de actuación sobre cuatro elementos diferentes:
• La producción y su abastecimiento.
• El aprovechamiento del espacio, ya sean las instalaciones y el almacenaje.
• El control de todos los elementos de la cadena de suministros.
• Y por último, la planificación de los plazos de tiempo a que cada fase del ciclo debe ajustarse.
Como en todas las áreas de nuestra vida cuando se inicia una comercialización siempre existe un riesgo. Por eso es primordial, antes de nada conocer todos los entramados que ello conlleva, como pueden ser los peligros existentes o el transporte del producto.
Vivimos en un mundo cada vez más globalizado, en donde los mercados cada vez tienen más en cuenta la importancia que supone la distribución, el transporte y el almacenaje en las estrategias de la empresa. La globalización y el cambio tecnológico son los dos aspectos que más han influido en la evolución del mundo empresarial generando un gran aumento de los intercambios de bienes y servicios.
Por lo tanto, la empresa actual se plantea casi como una obligación, el correcto conocimiento de la Logística y el Transporte.