Cuando se habla de Logística siempre hay un inventario
En la gestión logística de una empresa siempre ha de existir un inventario de los productos o servicios que se quieren vender. Según la RAE un inventario es el «asiento de los bienes y demás cosas pertenecientes a una persona o comunidad, hecho con orden y precisión. Y Papel o documento en que consta el inventario«.
Porque cuando una empresa lleva un control permanente de stocks que tiene mediante fichas, registrando en ellas las entradas y las salidas de cada producto, es necesario hacer un inventario o controles esporádicos de las existencias.
¿Cuál es el fin del inventario?
El objetivo de todo inventario es saber el estado exacto de los materiales y comprobar que coinciden las unidades existentes físicas con las que contablemente aparecen, la localización de materiales obsoletos o deteriorados. Y el objetivo de todo esto es para definir las necesidades de espacio o instalaciones que pueda tener un almacén para la gestión logística, en definitiva para regularizar las cuentas de existencias y calcular el resultado del período.
La normativa vigente que regula la gestión del inventario, a través del código del comercio dicta en:
- El art. 37 «El Libro de Inventarios y Balances se abrirá con el balance inicial detallado de la empresa. Al menos trimestralmente, se transcribirán, con sumas y saldos, los balances de comprobación. Este libro recogerá anualmente el inventario, así como el balance del ejercicio y cuentas de resultados, que serán redactados con criterios contables generalmente admitidos».
- Y en el art. 39 menciona la valoración del inventario y manifiesta: «sin perjuicio de lo establecido por leyes especiales, las partidas del balance se valorarán con arreglo a criterios objetivos que garanticen los intereses de terceros y siguiendo los principios que exige una ordenada y prudente gestión económica de la empresa. Habrá de mantenerse una continuidad en los criterios de valoración y no podrán ser variados sin causa razonada, que deberá expresarse en el propio libro de inventarios y balances».
Estos criterios son los que establece el plan general contable (PGC). Las normas de valoración del PGC se ajustan a las reglas del código de comercio y el texto refundido de la Ley de Sociedades Anónimas.
Para ello, existen dos tipos de inventario, como son:
- Inventario permanente o «inventario contable» para llevar un control constante de las entradas y las salidas de cada uno de los artículos que comercializa la empresa. Pero a través de este inventario no se puede conocer los artículos obsoletos o que han caducado, los productos que se almacenan a granel, los artículos que se han roto o están deteriorados.
- Y el inventario periódico o «inventario extracontable», que es un recuento físico de las existencias, para conocer las cantidades que hay en stock al final de un período de explotación y valorar esas existencias a precios de coste o de mercado. Este tipo de inventario se hace en el momento de manera ocular y así se puede obtener información sobre las cantidades almacenadas para comprobar el estado de los productos en el momento del recuento. Este tipo de inventario se puede clasificar en dos tipos:
- Inventario final que consiste en hacer el recuento de las existencias al final del ejercicio económico.
- Inventario rotativo que consiste en realizar el recuento de las existencias de manera continua y sin detener la explotación de la empresa.
Toda empresa logística tiene que tener un control del stock que tiene en sus almacenes ¿Por qué? Es muy sencilla la respuesta. Porque una gestión eficiente de los inventarios implica una buena toma de decisión, mayor rentabilidad, reducción de costes y en definitiva, clientes más contentos.